¿Estás cansado de comprar hierbas caras en el supermercado para que se marchiten y estropeen en pocos días? Si es así, es hora de que te plantees crear tu propio jardín de hierbas de interior.
Un huerto así te proporcionará hierbas frescas todo el año, al tiempo que añadirá un toque de verdor al alféizar de tu cocina.
Además, cultivar hierbas es un proyecto divertido. Es una oportunidad excelente para probar una afición única y aprender algo nuevo.
En este artículo, exploramos las mejores formas de plantar un jardín de hierbas de interior, ofreciéndote consejos de expertos y sugerencias detalladas para cultivar y mantener tu propio pequeño oasis de hierbas.
Sin más preámbulos, aquí tienes cómo cultivar hierbas como salvia, romero y tomillo en la comodidad de tu casa.
Puntos clave
- Los jardines de hierbas de interior pueden mantenerse fácilmente en el alféizar de la ventana de la cocina.
- Elige hierbas que crezcan bien en interiores y complementen tus platos preferidos. Considera empezar con variedades resistentes como el cebollino o la menta si eres principiante.
- Las hierbas necesitan de 6 a 8 horas de luz solar directa al día o pueden cultivarse bajo una luz de cultivo.
- La mayoría de las hierbas prefieren temperaturas entre 65 y 70 °F.
- Regar en exceso es un error común con las hierbas, por lo que es importante controlar la tierra y regar sólo cuando se seque.
- Selecciona recipientes adecuados al tamaño de tu hierba con buenos agujeros de drenaje para evitar que se encharque.
- Recorta y poda regularmente las plantas para mantener su aspecto exuberante y promover un nuevo crecimiento.
Elegir las hierbas adecuadas
En primer lugar, hablemos de elegir las hierbas adecuadas para el alféizar de tu cocina.
Querrás seleccionar plantas que no sólo prosperen en interiores, sino que también complementen los platos que te gusta cocinar.
Piensa en las recetas que te gusta preparar y qué hierbas se suelen utilizar en esos platos. Plantarlas te asegurará un suministro constante de hierbas frescas que podrás incorporar fácilmente a tus comidas.
Otro factor que hay que tener en cuenta al elegir las hierbas son sus hábitos de crecimiento.
Algunas hierbas, como la albahaca y el perejil, crecen muy tupidas y necesitan más espacio para desarrollarse. Otras, como el tomillo y el romero, tienen un hábito de crecimiento más compacto y pueden plantarse más juntas.
Ten en cuenta el tamaño de tu alféizar o el espacio disponible en tu jardín de interior para que tus hierbas tengan espacio suficiente para crecer sin apiñarse unas a otras.
También hay que tener en cuenta que algunas hierbas son más fáciles de cultivar en interiores que otras.
- A los jardineros de hierbas principiantes les recomendamos que empiecen con variedades resistentes como el cebollino o la menta. Estas hierbas son resistentes e indulgentes si cometes algún error de jardinería por el camino.
- Cuando adquieras confianza y experiencia, podrás pasar a otras hierbas más delicadas, como el cilantro o el eneldo.
Condiciones ideales de cultivo
Las hierbas prosperan con la luz solar directa, por lo que es esencial colocarlas cerca de una ventana soleada o bajo una lámpara de cultivo. Procura dar a tus hierbas al menos 6-8 horas de luz solar al día.
Si la luz natural es limitada en tu casa, las luces artificiales pueden ser una gran alternativa. Sólo tienes que colocar las luces a unos 15 cm por encima de las plantas y mantenerlas encendidas unas 12-14 horas al día.
Mantener un rango de temperatura ideal también es crucial para la salud y el crecimiento de tus hierbas de interior. La mayoría de las hierbas prefieren temperaturas entre 65 y 70 °F, así que mantén tu jardín de hierbas en una habitación que se mantenga dentro de este intervalo.
Por último, evita colocar tus hierbas cerca de ventanas con corrientes de aire o zonas con fluctuaciones extremas de temperatura, ya que esto puede estresar a las plantas y dificultar su crecimiento.
Técnicas de riego adecuadas
Para conseguir unas hierbas prósperas y sabrosas durante todo el año, hay que dominar el arte del riego.
He aquí cuatro consejos que te ayudarán a regar tus hierbas con eficacia:
- Comprueba la humedad del suelo: Antes de regar, comprueba siempre el nivel de humedad de la tierra de tus macetas. Mete el dedo unos dos centímetros en la tierra para ver si está seca o húmeda. Si está seca, es hora de regar. Si está húmeda, no riegues, ya que el riego excesivo puede provocar la pudrición de las raíces y otros problemas.
- Riega a fondo pero con poca frecuencia: Cuando llegue el momento de regar, asegúrate de hacerlo a fondo. Vierte agua lentamente en la maceta hasta que el exceso de agua salga por los orificios de drenaje inferiores. Hacerlo así garantiza que todas las partes de la tierra se hidraten correctamente.
- Utiliza agua a temperatura ambiente: Lo mejor es utilizar agua a temperatura ambiente para regar las hierbas. El agua fría puede conmocionar sus raíces, y el agua caliente también puede dañarlas. Llena una regadera con agua del grifo y déjala reposar un rato antes de usarla, para que alcance la temperatura ambiente.
- Considera los sistemas de autorriego: Si te preocupa olvidarte de regar las hierbas o tienes una agenda muy apretada, puedes invertir en sistemas de autorriego, como instalaciones hidropónicas o macetas autorriego con depósitos incorporados.
Recuerda que cada hierba puede tener necesidades ligeramente distintas en cuanto a frecuencia de riego, así que presta atención a las necesidades individuales de cada planta para obtener resultados óptimos.
Selección del recipiente y drenaje
La selección adecuada del recipiente es crucial para la salud general y el crecimiento de tus hierbas de interior.
Para obtener el mejor resultado, elige recipientes adecuados al tamaño de tus plantas de hierbas, que proporcionen espacio suficiente para que sus raíces crezcan cómodamente.
Si empiezas a partir de semillas o plantones, opta por macetas más pequeñas y luego trasplántalas a otras más grandes a medida que crezcan.
Ten cuidado de no elegir macetas demasiado grandes desde el principio, ya que esto puede provocar una retención excesiva de humedad alrededor de las raíces de las plantas jóvenes.
Las macetas o tarros con agujeros de drenaje adecuados son esenciales para permitir que salga el exceso de agua. Así evitarás que la tierra se encharque, lo que puede hacer que las raíces se queden en agua estancada y acaben pudriéndose.
Para favorecer aún más el drenaje, coloca un platillo debajo del recipiente para recoger el exceso de agua que se escurra.
Ten en cuenta también el material de los recipientes que utilices.
- Las macetas de barro son una opción popular porque permiten la circulación del aire a través de sus paredes porosas, ayudando a evitar el exceso de riego al permitir que el exceso de humedad se evapore más fácilmente. Sin embargo, pueden secarse más deprisa que otros materiales, y requieren riegos más frecuentes.
- Por el contrario, las macetas de plástico retienen mejor la humedad, pero pueden requerir más atención en cuanto a la frecuencia de riego.
Consejos para recortar y podar
Mantén tus hierbas de interior exuberantes y llenas de vida recortándolas y podándolas con regularidad.
Recortar las hierbas ayuda a mantener su forma, favorece el crecimiento de nuevas plantas y evita que se vuelvan mustias.
Cuando notes que los tallos son demasiado largos o que las hojas empiezan a marchitarse, es hora de recortarlas.
Utiliza tijeras limpias y afiladas o tijeras de podar para hacer cortes limpios justo por encima de un nudo o conjunto de hojas. Así fomentarás la ramificación y mantendrás tus hierbas tupidas.
Cuando podes las hierbas de interior, elimina las hojas muertas o amarillentas. Estas hojas pueden atraer plagas y contribuir a las enfermedades si se dejan en la planta.
Simplemente pellizca las hojas descoloridas por la base y deséchalas.
Al mismo tiempo, no olvides cosechar las hierbas con frecuencia. La cosecha estimula el crecimiento de nuevas hierbas y te garantiza que dispondrás de hierbas frescas para cocinar siempre que las necesites.
Cuando las coseches, no cortes más de un tercio de la planta cada vez. Corta justo por encima de un nudo o un conjunto de hojas para estimular un nuevo crecimiento a partir de ese punto.
Por último, ten cuidado de no excederte con los recortes y la poda. Aunque mantener bajo control tus hierbas de interior es importante, un recorte excesivo puede estresar a las plantas y entorpecer su salud general.
El mantenimiento regular es una opción mucho mejor que los cortes drásticos de golpe.
A partir de semillas o plantones
Ahora que has aprendido algunos consejos valiosos sobre el recorte y la poda de tu jardín de hierbas de interior, pasemos al siguiente tema crítico: elegir si empezar a partir de semillas o de plantones.
Empezar a partir de semillas requiere que tengas en cuenta algunas cosas.
- En primer lugar, asegúrate de que tienes semillas de buena calidad destinadas explícitamente a la jardinería de interior. Puedes encontrarlas en tu centro de jardinería local o pedirlas por Internet.
- En segundo lugar, sigue las instrucciones del paquete de semillas en cuanto a profundidad de plantación y espaciado. Las distintas hierbas pueden tener requisitos diferentes, por lo que prestar atención a estos detalles es vital.
Si prefieres empezar con plantones en lugar de semillas, puedes comprarlos en un vivero o cultivarlos tú mismo con un kit de iniciación.
Cultivar tus propios plantones puede ser una experiencia gratificante y te da más control sobre la calidad de las plantas que traes a casa.
Es una parte apasionante del proceso, ya que te permite ser testigo del crecimiento y desarrollo de tus hierbas desde el principio.
Para ayudarte a visualizar las diferencias entre empezar a partir de semillas y de plantones, echa un vistazo a esta tabla:
A partir de semillas | A partir de plantones |
Requiere paciencia | Gratificación instantánea |
Opción más barata | Mayor coste inicial |
Más variedad | Selección limitada |
Mayor sensación de logro | Menos tiempo hasta la cosecha |
Ambos métodos tienen sus ventajas, así que elige el que mejor se adapte a tus preferencias y necesidades.
Cultivar tus hierbas en el agua
Imagina la satisfacción de ver florecer y prosperar tus hierbas mientras las cultivas en agua sin esfuerzo.
Este método de cultivo de hierbas en interior ha ganado popularidad por su sencillez y eficacia. Elimina la necesidad de tierra, permitiéndote observar fácilmente el crecimiento de las raíces de tus hierbas.
He aquí tres razones clave por las que cultivar tus hierbas en agua puede ser una gran opción:
- Fácil propagación: Cultivar hierbas en agua es una forma excelente de propagar nuevas plantas a partir de esquejes. Basta con cortar un tallo sano de una planta de hierbas existente, quitar las hojas inferiores y colocarlo en un vaso o frasco lleno de agua. En pocas semanas empezarán a desarrollarse las raíces, y cuando alcancen una longitud suficiente, podrás transferir el esqueje a una maceta o seguir cultivándolo hidropónicamente.
- Hidratación óptima: Cuando cultivas hierbas en agua, tienes un control total sobre sus niveles de hidratación. Controlando regularmente el nivel de agua, puedes proporcionar a tus hierbas la humedad óptima para su crecimiento. Este método también ayuda a evitar el riego excesivo, que es uno de los errores más comunes al cultivar hierbas.
- Estéticamente agradable: Cultivar tus hierbas en tarros o recipientes de cristal transparente añade un toque estético a tu espacio interior. Las vibrantes raíces verdes sumergidas en el agua crean una vistosa exhibición que puede servir como elemento funcional y decorativo de la decoración de tu casa.
Lo esencial
Plantar un jardín de hierbas de interior puede proporcionarte una fuente cómoda y accesible de hierbas frescas durante todo el año. Las opciones son infinitas, desde las clásicas favoritas como la albahaca y el perejil hasta opciones más exóticas como la hierba limón o el cilantro.
Siguiendo los consejos mencionados en este artículo, puedes garantizar el éxito de tu jardín de hierbas y disfrutar de los beneficios que aporta a tus esfuerzos culinarios.
Recuerda elegir las hierbas que se adapten a tus preferencias gustativas y a las condiciones de cultivo, y seguir unas técnicas de riego adecuadas.
Además, recorta y poda regularmente las hierbas para estimular el crecimiento y mantener su forma.
¡Buena suerte!
Preguntas frecuentes
¿Cuáles son los errores más comunes que hay que evitar al plantar un jardín de hierbas de interior?
Para evitar errores comunes al plantar un jardín de hierbas de interior, asegúrate de que tus hierbas reciben suficiente luz solar (6-8 horas al día) o utiliza una luz de cultivo.
Además, no riegues en exceso, utiliza macetas con buen drenaje y poda las hierbas con regularidad para mantenerlas tupidas.
¿Puedo cultivar hierbas en interior sin luz solar directa?
Sí, puedes cultivar hierbas en interior sin luz solar directa. Las hierbas necesitan de 6 a 8 horas de luz solar directa al día o pueden cultivarse bajo una luz de cultivo. Asegúrate de que reciban suficiente luz para que crezcan sanas.
¿Con qué frecuencia debo regar mis hierbas de interior?
Riega tus hierbas de interior sólo cuando la tierra se seque. Regar en exceso es un error frecuente, así que comprueba la tierra con regularidad. Utiliza macetas con buen drenaje y un platillo debajo para evitar que se encharquen.
¿Cuáles son los mejores tipos de recipientes para cultivar hierbas en interiores?
Los mejores recipientes para cultivar hierbas en interiores son las macetas o tarros con buen drenaje y un plato debajo. Esto permite que drene el exceso de agua y evita el riego excesivo.
¿Hay algún consejo para propagar hierbas a partir de esquejes?
Para propagar hierbas a partir de esquejes, selecciona un tallo sano y quítale las hojas inferiores. Coloca el esqueje en agua o tierra y mantenlo húmedo hasta que se desarrollen las raíces. Trasplántalo a una maceta una vez que las raíces estén establecidas.
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Enamorado del mundo del golf, Jack obtuvo una licenciatura en Administración de Campos de Golf en THE Ohio State University. ¡Esta trayectoria profesional le permitió trabajar en algunos de los campos de golf de más alto perfil del país! Debido a la pandemia, Jack comenzó Inside The Yard como un ajetreo secundario que rápidamente se convirtió en su ajetreo principal. Desde que comenzó la empresa, Jack se mudó a una granja en el centro de Arkansas, donde él y su esposa crían ganado y dos niñas pequeñas.