¿Tienes un pulgar verde que está deseando arrancar esas deliciosas patatas de la tierra? ¿Tu corazón palpita de expectación mientras te preguntas si tus patatas están maduras para la cosecha?
Tranquiliza tu alma de jardinero.
Normalmente, transcurren entre dos y tres semanas desde la floración antes de que puedas empezar a cosechar las patatas. Sin embargo, este plazo puede variar en función de un par de factores que analizamos a continuación.
Así pues, aquí tienes una guía completa para saber cuál es el momento perfecto para cosechar las patatas en función de sus distintos usos:
Señales de que tus patatas están listas para la cosecha
Las plantas de patata son bastante elocuentes cuando se trata de decirte que están listas para la cosecha.
- Una señal clave es el amarilleo y marchitamiento del follaje. Esto significa que la planta ha terminado de crecer, y las patatas están listas para tu mesa. Sin embargo, asegúrate de no esperar demasiado después de este punto, pues los tubérculos pueden empezar a pudrirse.
- Otra señal es la dureza de la piel. Frota con los dedos una de esas pepitas terrosas. Si la piel se mantiene firme y no se desprende, entonces tu patata está lista para ser desenterrada.
Recuerda que la paciencia es una virtud, incluso en jardinería. Cuanto más esperes (dentro de lo razonable), más grandes crecerán tus patatas.
Recoger las patatas nuevas
Ah, ¡las patatas nuevas! Estas tiernas crías son una absoluta delicia en ensalada o hervidas y untadas con mantequilla. A diferencia de sus homólogas maduras, estas patatas se cosechan en su juventud, listas para ser disfrutadas inmediatamente.
Las patatas nuevas pueden cosecharse 2-3 semanas después de que la planta haya terminado de florecer. En esta fase, son pequeñas y su piel es lo bastante fina como para desprenderla.
Sin embargo, ten cuidado al desenterrar estas delicadas criaturas: su piel no está completamente formada y puede dañarse fácilmente. Levanta con cuidado el racimo de patatas para descubrirlas en todo su esplendor. Suelen estar a unos 10 ó 15 cm de profundidad en la tierra, por lo que utilizar una horquilla de jardinería te proporciona precisión y evita los cortes accidentales que podría causar una pala.
Si encuentras patatas más pequeñas, déjalas en su sitio y vuélvelas a plantar con cuidado: aún tienen que crecer.
Aunque lo ideal es consumir las patatas nuevas frescas, si te encuentras con un excedente, no te preocupes. Estas patatas jóvenes pueden almacenarse durante varios meses, pero recuerda guardarlas en un lugar oscuro donde la temperatura oscile entre los 38 y los 40 grados Fahrenheit.
Recoger las patatas para almacenarlas
Cuando coseches patatas para almacenarlas, el momento es primordial.
Debes esperar a que se haya secado todo el follaje y luego esperar otras dos semanas, aporcando constantemente la tierra o añadiendo mantillo para proteger los tubérculos en crecimiento de los duros rayos del sol. Este periodo de espera adicional permite que la piel de la patata se endurezca, haciéndola apta para el almacenamiento.
Utiliza un tenedor de jardín para desenterrar tu cosecha. Dependiendo de la variedad de patatas y de tu región de cultivo, la cosecha suele tener lugar en agosto o septiembre.
Aunque una helada temprana se haya cobrado tu planta, no te preocupes: no dañará tus tubérculos anidados bajo tierra. Pero cuidado con dejarlos demasiado tiempo en el suelo frío, pues podrían congelarse.
Los que cultivan patatas en contenedores pueden adelantarse gracias a las condiciones más cálidas del suelo. Sin embargo, la clave para la recolección sigue siendo la misma: espera a que el follaje se marchite.
Para comprobar si están maduras, juega un poco con las pieles de las patatas. Si aguantan la presión del pulgar sin desprenderse, están maduras y listas para el almacenamiento. Si se cosechan antes de tiempo, habrá que tratarlas como patatas nuevas y consumirlas antes.
Si piensas almacenar tus patatas, resistete a lavarlas después de la cosecha. En su lugar, déjalas curar en un lugar sombreado durante un par de semanas.
Una vez curadas, cepilla la tierra seca y guárdalas en un lugar fresco y oscuro, con buena ventilación, que mantenga la temperatura en torno a los 38-40 grados Fahrenheit, como un sótano o una bodega.
Recuerda: La humedad es su enemigo durante el almacenamiento, así que la refrigeración queda descartada.
Inspecciona cuidadosamente tu alijo antes de guardarlo. Las patatas con la piel dañada deben desecharse o comerse inmediatamente, pues no durarán mucho almacenadas. Las patatas bien almacenadas pueden durar hasta seis meses.
PRECAUCIÓN: ¡Cuidado con los tubérculos y brotes de patata de color verde! Contienen solanina, que puede causar graves problemas de salud si se consume en grandes cantidades. Evita siempre comer pieles verdes de patata o cualquier ojo o brote verde de la patata.
Guardar patatas para replantarlas
Como jardinero, tu trabajo nunca termina del todo; la cosecha de cada temporada planta la semilla para la siguiente. Si piensas continuar tu saga de cultivo de patatas, tendrás que reservar algunos de los tubérculos más sanos de tu cosecha principal: serán tus patatas «semilla».
Una vez que el frío del invierno se ha suavizado y la primavera insinúa su llegada -normalmente tres o cuatro semanas antes de la siembra-, es hora de preparar las patatas de siembra:
- Sácalas a un lugar cálido y soleado y mímalas con arpillera húmeda o toallitas de papel humedecidas.
- En poco tiempo, brotarán brotes verdes, señal de que están listas para la replantación.
- Cuando llegue el momento de plantar, corta las patatas grandes en gajos de 2 onzas, asegurándote de que cada trozo tenga un brote. Deja expuestos estos trozos cortados durante unos días, para que formen una piel protectora sobre la pulpa. Este sencillo paso puede ayudar a ahuyentar las enfermedades y asegurar el éxito de la futura cosecha.
- Una vez que el lado cortado se haya oscurecido, es hora de plantar. Orienta cada segmento de patata con el ojo o brote apuntando hacia el cielo y deja que la naturaleza haga el resto. En pocos meses, cada trozo de patata plantado dará lugar a toda una colina de nueva vida y comidas potenciales.
Al fin y al cabo, la jardinería es algo más que un pasatiempo: ¡es un ciclo continuo de sembrar, crecer y cosechar!
Para llevar
Desmitificar la cosecha de patatas no es ciencia de cohetes; se trata simplemente de entender lo que tus plantas intentan decirte y programar tus acciones en consecuencia.
Tanto si te apetece un tazón de cremoso puré de patatas ahora mismo como si estás planeando futuras cosechas o comidas en el futuro, tener en cuenta estos consejos te ayudará a recoger la mejor cosecha posible de tu querido huerto de patatas.
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Enamorado del mundo del golf, Jack obtuvo una licenciatura en Administración de Campos de Golf en THE Ohio State University. ¡Esta trayectoria profesional le permitió trabajar en algunos de los campos de golf de más alto perfil del país! Debido a la pandemia, Jack comenzó Inside The Yard como un ajetreo secundario que rápidamente se convirtió en su ajetreo principal. Desde que comenzó la empresa, Jack se mudó a una granja en el centro de Arkansas, donde él y su esposa crían ganado y dos niñas pequeñas.